Este es el Soundtrack favorito, si no es que el mejor de todos los tiempos soundtrackeros: la idea que lo originó para el road movie de largo aliento de Wim Wenders, Hasta el fin del mundo, nos dio una de las primeras bandas sonoras realizadas estrictamente en función del filme, no en el sentido orquestal, pero sí convocando a los Pesos Pesados de la época para que crearan un tema especial para la película proyectando sus composiciones 10 años después de la fecha de producción, allá por 1991. Eso coincidía con la misma visión futurista del filme, donde el inminente brinco al nuevo milenio permitía imaginar cómo sería el mundo con sus tremendos avances tecnológicos: teléfonos fijos de voz y audio, música digital reproducible desde una tarjeta, viajar con asistencia de GPS, carros vintage cruzados con herramientas novedosas, y todo confiando en los satélites que mantenían la comunicación global. Mientras la protagonista Claire perseguía por Europa, Asia y Australia al supuesto bandido Trevor-Samuel Farber, ocurría la tragedia de un satélite nuclear estrellándose con la Tierra y dejando a todos incomunicados, prácticamente en la era de las cavernas. Y no se diga de la increíble máquina de grabación en Alta Definición para registrar no solo imágenes con emociones, un precursor de la realidad virtual, sino hasta los sueños para revivirlos al infinito.

En ese sentido, sorprende que todo el soundtrack no abundara con fallidos temas hiper-electrónicos, sino que se volcara hacia nuevos usos de los mismos recursos musicales, pero en una década después. Wenders produjo el álbum y reunió a Talking Heads, Lou Reed, Elvis Costello, U2, Nick Cave and The Bad Seeds, Crime and the City Solution, Patti Smith, Laurie Anderson, T-Bone Burnett, Depeche Mode y R.E.M. entre otros, para lograr este genial soundtrack que desde su salida redefinió lo que un diseño musical para cine debería ser: Un soundtrack creado para contar y acompañar la historia de la película y redondearla musicalmente. Caso aparte fue el tema homónimo de U2, que fue creado originalmente para su álbum Achtung, Baby!, y por el que Wenders negoció con el grupo para que se integrara en el soundtrack. Lo mismo pasó con el tema Blood of eden de Peter Gabriel, quien no permitió que saliera su tema en la versión final del OST. Anteriormente, en Las alas del deseo–El cielo sobre Berlín ya habían aparecido algunos de los músicos con temas ajenos pero integrados a la película. Esta experiencia le permitió pensar de qué otra manera deberían funcionar los temas más orgánicamente para su nueva producción futurista, y este recurso lo repetiría posteriormente para la secuela de Las Alas…, Tan lejos, tan cerca, otra película con un soundtrack producido enteramente apegado a la historia contada en el filme.

El soundtrack por sí mismo gozó de muy buenas ventas gracias a ese elenco de las Grandes Ligas del Rock del momento, pero no significó que la película tuviera el mismo éxito en taquilla, pues en Europa apenas y se exhibió una versión de 3 horas de las 8 que habían salido del primer corte, aparte de la versión de apenas 2 horas y media que circuló para E.U. y Latinoamérica, so pretexto que nadie de este lado aguantaría una película tan larga. Con el tiempo, Wenders pudo dejar un corte definitivo de 5 horas que es el que ya está circulando desde hace unos años en DVD y se puede conseguir fácilmente en la tienda Amazon… de Alemania. Y también apareció una nueva edición del Soundtrack con temas extra, pero el que se lleva las palmas es el primero.

Si no han podido verla, hagan el esfuerzo de buscarla y no desaprovechen ya que andan por acá para que disfruten de principio a fin su banda sonora antes y después de haber visto Hasta el fin del mundo.