
Un segmento sobre los instrumentos de tortura usado durante la cacería de brujas del medioevo de la película Días de ira (Dies Irae, Carl Thedor Dreyer, 1945) es la que abre la película de Gaspar Noé Lux Æterna (2019) para dar pie al falso documental sobre cómo se hizo la primera película que dirige la actriz Beatrice Dalle con Charlotte Gainsbourg como protagonista de una producción posmoderna, una especie de actualización a la cacería de brujas y justo están por iniciar la escena climática. Sin embargo y sin razón aparente, el intrépido Gaspar Noé divide la pantalla una, dos veces para jugar con la simultaneidad de situaciones que se desarrollan en el foro de filmación, los camerinos, pasillos y sus recovecos. Vaya, hasta la conversación inicial entre Beatrice y Charlotte, interpretándose a sí mismas y en donde hacen el recuento de la serie de problemas que implica ser actriz en diversas producciones, tiene una división de pantalla que te prepara para la breve montaña rusa a la que acabas de entrar sin aviso previo alguno.

Aunque no es un largometraje en la duración acostumbrada, la hora es suficiente para que el cineasta y el equipo GasparNoénse logren hacer un perfecto reducto de una serie de situaciones en el que se convierten las filmaciones: conflictos de egos disparatados por el control y encerrados con tal de lograr terminar una película. La autorreferencia fílmica no solo se reduce a las anécdotas previas que le han ocurrido a Noé, sino también a Dalle y Gainsbourg o Karl Glusman dando vida a un joven cineasta amateur que acorrala a actrices para interesarlas en su próximo proyecto fílmico.

Y sin embargo esa autorreferencia, esa abismación del cine, da la oportunidad de ir apuntalando la breve sátira del caos fílmico con una serie de citas a otros cineastas, casi como si fuera una clase magistral sin pedirlo sobre el cine mismo, una reflexión que ocurre en momentos clave del filme con citas directas de Carl Th. Dreyer, R. W. Fassbinder, Buñuel que van dando cuenta por dónde se desarrolla este falso documental o documental fársico con atuendos de Yves Saint Laurent (que patrocinó esta producción) de principio a fin.

En ciertos momentos sí se vuelve difícil seguir la simultaneidad de pantallas y es parte del propósito, ocurre tanto que no te das cuenta en qué momento ya entraste al vacío, cuándo te atrapó el marasmo y te quedas en el éxtasis de la desesperación de Charlotte y Beatrice, Abby Lee gritando y tampoco sabes si dentro de todo esto es posible el arte surja del mismo caos que ocurre en ese foro. Producto de una serie de improvisaciones que provino desde que Yves Saint Laurent propuso una serie de producciones con su marca presente, Gaspar Noé sumó mucho de las experiencias particulares de quienes colaboran en Lux Æterna para mostrar cómo es posible que desde el caos|psicodelia|accidente lo trascendental puede ocurrir frente a la cámara|cámara|cámara.
