En un plano real donde una dibujante crea el mundo en cómic de un director de cine que filma una película acerca de una modelo batallando por terminar su novela sobre la vida de una dibujante y el cineasta que ha creado, la coproducción canadiense-brasileña dirigida por Pedro Morelli, Zoom (2015), inicia con un zoom back desde la dibujante Emma (Alison Pill con un aspecto semejante al de Maggie Jordan de la serie The newsroom) quien trabaja moldeando muñecos eróticos para una fábrica y que aparte de copular durante la hora de la comida con su compañero de trabajo Bob (Tyler Labine), diseña una mujer parecida a ella pero con senos grandes que ella no tiene. Zoom in a lo que sí tiene: su ideal de hombre al que dibuja en un prolífico cómic y es el cineasta de origen latino Edward Deacon (Gael García Bernal), exitoso, atractivo y mujeriego, como para seducir a la ruda ejecutiva del estudio Marissa (Jennifer Irwin) y convencerla que su blockbuster está en camino a ser una propuesta más artística, mientras termina una escena con la modelo meditabunda Michelle (Mariana Ximenes), de origen brasileño, y sucede el zoom back hacia su mundo paralelo donde sufre los vaivenes de su profesión intentando llevar una carrera personal como escritora, a pesar de la evidente falta de apoyo de su novio celoso e hiper protector Dale (Jason Priestley). Y mientras Michelle parece lograr la oportunidad para ser reconocida como escritora e huir a un lugar exótico y perdido de Brasil para encontrar la inspiración faltante, Emma decide operarse y portar unos senos enormes, pero ante los piropos excesivos, miradas lascivas y observaciones certeras, decide deshacerse de la cirugía mamaria, no sin antes descargar su frustración en Edward y reducirle a nada su miembro, complicándole sus aventuras mujeriles y enviándolo a una irrisoria espiral de intentos vanos por volver a agrandar su miembro.
Aunque al principio apenas se señalan pistas para entrecruzar las tres historias, navegar «como se debe» en ellas durante el primer tercio de la película, el juego que se propone Morelli desde el guión original de Matt Hansen para caer en cada personaje, por medio de la serie de acercamientos y alejamientos narrativos en esta comedriama de enredos, tiende a empantanarse hacia la mitad a pesar de que ya sean claras las interconexiones que van reflejando las frustraciones de Emma/Edward/Michelle volcadas en lo que cada quien inventa a su paso, pues salir de la comedia y devanearse en el drama del conflicto creativo de Michelle pareciera ser lo más relevante para Morelli/Hansen (porque el terrible «bloqueo de escritor» es lo más aburrido que se puede ver en un cine pretendidamente de humor ligero pero serio) y pierde la agilidad que apenas va levantando con la dibujante y el cineasta.
Pero en esta triangulación de historias, sirve también para funcionar no solo como una conciencia paseándose entre los problemas que cada quien tiene con su sexualidad, tamaños particulares físicos y mentales, sino hasta reflejar a la película misma a través de los conflictos laborales y artísticos del cineasta Edward, quien tiene que aceptar poner elementos propios del blockbuster (explosiones, persecuciones, chica en problemas que necesita ser rescatada) y evidentes product placements (integración de producto) en su película, casi como se hace sentir a la misma producción financiada por Canadá y Brasil, países en donde necesariamente tenía que ocurrir la trama.
Y en el juego de historias entreveradas, del zoom de ida y vuelta para enredar el enredo, se asoma aquello que toda propuesta del cine de arte busca de una forma u otra: hacer que una película sea libre de una conclusión cerrada, presentar ambigüedad, tal cual recita el cineasta de cómic Edward ante su productor de batalla Horowitz (Don McKellar) y con la que ni logra convencer a la ejecutiva Marissa. Pero ante esa ambigüedad, logra plantea la pregunta de a quién corresponden nuestros deseos y hasta nuestras narrativas, si en realidad son propias o un relato que se relata a sí mismo ¿al infinito y más allá?
Trailer
Playlist de Zoom en Soundcloud del soundtrack creado por Kid Koala:
Ficha técnica
Dirección: Pedro Morelli
Intérpretes: Gael García Bernal, Alison Pill, Mariana Ximenes, Jason Priestley
Música: Kid Koala
Duración: 96 min
Guión: Matt Hansen
Productores: Niv Fichman, Andrea Barata RibeiroProducción: Canadá – Brasil, 2015 Género: Animación, comedia, fantasía