¿La escena de la mantequilla es o no es una violación filmada en la que se conoce ya como un clásico del cine y que lleva por nombre El último tango en París? Si desde que se estrenó la película de Bernardo Bertolucci causó revuelo por su carga erótica, más que por su temática, el primer fin de semana de diciembre de 2016 volvió a salir a flote el tema, el testimonio de Maria Schneider junto con una confusa conferencia de Bertolucci acerca de la escena como para concluir que, aunque no se filmó una escena con cópula real sino simulada, la humillación que sufrió Maria Schneider en la filmación es motivo suficiente para afirmar que sí, fue una violación.
Esta es la famosa escena de El último tango en París entre María Schneider y Marlon Brando que ha hecho todo un revuelo en redes sociales, el medio cinematográfico mundial.
Maria Schneider había afirmado mucho antes de su fallecimiento (que fue en 2011) que en ningún momento el director Bernardo Bertolucci y menos Marlon Brando le previnieron que esa escena se iba a realizar sin su consentimiento, solo Bernardo había autorizado a Marlon a hacerlo cuando se lo propuso porque quería obtener una reacción auténtica de la actriz para esa escena y la idea era que no lo supiera con anticipación.
Recientemente Variety citó un artículo que publicó Elle Magazine con el video donde Bernardo Bertolucci afirma que buscaba obtener una reacción auténtica de miedo y humillación, no que lo actuara, sino que lo sintiera de verdad. Y las reacciones del medio artístico se empezaron a multiplicar, desde el tweet de Jessica Chastain, consecuentado por el de Evan Rachel Wood y Chris Evans, hasta el de Anna Kendrick que conocía el suceso con antelación y sólo obtenía reacciones de desprecio por «hablar mal de un clásico del cine».
Pero de acuerdo a lo que publicó de Maria Schneider en el Daily Mail de 2007, la violación no fue del todo real, fue simulada. Sin embargo la complicidad entre Bernardo y Marlon fue demasiado: «Me sentí humillada y para ser sincera, un poco violada, tanto por Marlon como por Bertolucci», afirmó. «Al terminar la escena, Marlon no me consoló o [se disculpó]. Por suerte, solo fue una sola toma».
Y como el rumor y la indignación creció, tanto como para exigir que al director se le retiraran todos los premios que le han sido otorgados, el lunes 5 de diembre Bernardo Bertolucci salió a la prensa a dar su respuesta como consta en la entrevista de Nick Vivarelli para Variety:
Reaccionando ante los reportes de que él y Marlon Brando conspiraron contra Maria Schneider para filmar la controversial escena de violación en El último tango en París, Bernardo Bertolucci afirmó que el grito de indignación se debe a un «terrible malentendido» de lo que en realidad sucedió. En una declaración del 5 de diciembre, el director italiano dijo: «Quiero, por última vez, aclarar el ridículo malentendido que continúa generando reportes periodísticos acerca del Último Tango en Paarís alrededor del mundo. Hace varios años (en específico en 2013), alguien me preguntó en la Cinemateca francesa acerca de los detalles de la famosa escena con la mantequilla. Lo especifiqué pero tal vez no fui muy claro, que decidí junto con Marlon Brando no informarle a Maria que usaríamos mantequilla» indicó «Quería obtener su reacción espontánea ante el uso inadecuado (de la mantequilla). allí es donde radica el malentendido.
«Alguien pensó, y sigue pensando así, que Maria nunca fue informada de la violencia hacia ella. ¡Eso es falso!»
Bertolucci añadió que «Maria estaba enterada de todo porque ella había leido el guión, donde todo se describía. La única novedad era la idea de la mantequilla.»
«Y eso, como me enteré años después, ofendió demasiado a Maria. No por la violencia de la que es sujeta en la escena, que estaba escrita en el guión», agregó Bertolucci.
Todo se centró en un video de 2013 que resurgió en internet de una conferencia dada por Bertolucci en París. En el video, el autor ganador del Óscar habla acerca de la escena en esta película de 1972 en la que el personaje de Brando usa una barra de mantequilla como lubricante para simular sexo con Schneider, quien tenía 19 años en esa época. «De alguna manera, fui horrible para Maria porque no le dije lo que estaba sucediendo», dice Bertolucci en el video.
(…)
Schneider murió en el 2011, a la edad de 58 años, de cáncer.
Antes de su fallecimiento, ella habló acerca de la escena, incluyéndolo en una entrevista con el Daily Mail en la que ella dijo «me sentí humillada y, para ser honesta, un poco violada, tanto por Marlon y por Bertolucci. Después de la escena, Marlon no me consoló o se disculpó. Afortunadamente, solo fue una toma».
En una entrevista con la agencia de noticias ANSA cuando murió Schneider, Bertolucci dijo: «Su muerte fue muy repentina, antes de que pudiera abrazarla de nuevo tiernamente, de decirle que me sentía cercana a ella como desde el primer día, de decirle que lo sentía».
«La fuerte cercanía creativa que tuvimos durante la filmación de ‘El último tango’ se había envenenado con el paso del tiempo», agregó con ANSA.
«María me acusó de haberle robado su juventud y solo ahora me pregunto si no hubo algo de verdad en eso».
«En verdad ella era muy joven para soportar el impacto y lo impredecible y el éxito brutal de esa película».
Aquí el video de la conferencia realizada por Bertolucci en la Cinemateca Francesa en 2013, donde afirma que fue confusa su aclaración acerca de la escena:
Maria Schneider no realizó después de esta película ninguna escena que incluyera desnudos. Actuó en más de medio centenar y recibió premios por algunas de ellas, pero pocos la recuerdan más allá del filme de Bertolucci y de El reportero (1975), de Michelangelo Antonioni, junto a Jack Nicholson. En esa década, sus adicciones a la cocaína y a la heroína la llevan a entrar y salir voluntariamente de hospitales y psiquiátricos. Enamorada, llegó a jugarse su futuro al final de esa década cuando, tras una crisis nerviosa de su pareja, Joan Towsend -la hija del dueño de Avis-, en un aeropuerto de Roma, Schneider se ofreció como paciente voluntaria para hacerle más llevadera la estancia en un manicomio. Son años en los que incluso se plantea abandonar la actuación y pasarse a la música. En 1980 ganó el César a la mejor actriz secundaria con Toda una mujer, de Daniel Duval. En esa década picotea entre cine y televisión, y en los noventa vuelve a la gran pantalla en películas de mayor calidad: Las noches salvajes, La condena; Jane Eyre de Charlotte Brontë, o Los actores, de Bertrand Blier, en la que encarnó a una actriz maldita, en un papel muy cercano a su vida. Actuó por última vez en el cine, en La cliente, de Josiane Balasko.
Entonces tenemos un clásico del cine con una historia infame que nos hace cuestionar cuán válido es hacer algo de este estilo para una película. Es eso o estamos también ante una de las peores decisiones «creativas» para lograr una autenticidad espontánea en la escena. Así que por mucho que la premisa de la misma sea más trascendental que la vida misma no es válido el modo de lograrlo a costa de la dignidad de una actriz. El tango se ha vuelto toda una tanguedia y no parece que no dejará de tocar su sonsonete por este motivo.
Fuente Variety: http://variety.com/2016/film/news/last-tango-paris-chris-evans-evan-rachel-wood-celebrities-react-1201933156/
Fuente Elle: http://www.elle.com/culture/movies-tv/news/a41202/bertolucci-last-tango-in-paris-rape-scene-non-consensual/