Nick Cave and The Bad Words

Justo en el día 20 mil de su existencia en la tierra, Nick Cave apaga el despertador, tenso tal vez, para iniciar ese emblemático día en el que los cineastas Jane Pollard e Iain Forsyth nos llevan en el transcurso de la vida cotidiana de este artista, compositor, cantante, escritor. Con un guión escrito por ellos en conjunto con Nick Cave, de inmediato nos sumergen en la vida cotidiana de Nick; trazan una línea narrativa que ocupa el día completo planteado, para jugar dentro de la misma con testimoniales que nunca son directos a cámara, con las intervenciones sabrosísimas de Warren Ellis y apariciones casi oníricas pero íntimas de Blixa Bargeld, Kylie Minogue, entre otros. La mayor parte del tiempo, se amparan en la narración que el mismo Nick Cave hace de sí mismo, impresiones surgidas de sus notas acerca de lo que es la vida, desde considerarse un caníbal que también devora su matrimonio por acuerdo mutuo con su esposa Susan, y así dándose impulso para componer, ensayar y dar sus conciertos.

Pollard y Forsyth aprovechan esa disposición novelada del protagonista para acceder a zonas que un testimonio en directo podría haber dificultado deshilvanar la esencia del mismo Nick. En la típica descripción de su infancia, se deliciosa la conversación de Nick con su terapeuta, quien oportunamente destapa su relación con su padre, su infancia, la dicotomía agnóstica con la religión, su iniciación sexual, la recurrente drogadicción que lo definió y las posteriores obsesiones que se irán presentando y con todo ello dibujar las aristas que definen al cantante, al escritor y, sobre todo, al maestro performancero de sus conciertos.

Nick Cave no tiene empacho en decir que tiene un ego tremendo, que es una diva casi inaccesible, como aquellos a quienes admira: la anécdota de Nina Simone en un concierto al que él le abrió, y que con su conversación con el psicólogo y Warren Ellis, describen la fascinación endiosada que tenía por ella y de cierta forma le reveló lo que es ser un actor de sus conciertos, alguien que se decidió aterrorizar a su audiencia en sus interpretaciones de sus canciones tan atípicas y propias de Cave, aunque considere que su acto no rebase más allá de las primeras filas.

Nick Cave y Kylie Minogue

De esa forma. se complementan los ensayos y grabaciones de los temas de su album de estudio, con fragmentos intercalados de Jubilee Street, Higgs Bosson Blues, Push the sky away, y eventualmente la convivencia con sus hijos gemelos mientras recitan en conjunto el “saluden a mi amiga” de Al Pacino en Caracortada, hasta el concierto de esa noche donde concluye todo el proceso de preparación y que culmina frente a un público ávido de su acto íntimo y luego explosivo.

Destacado trabajo que le valió a Pollard y Forsyth el premio a Mejor Dirección Documental en Sundance 2014, para pasearse con éxito en cada festival que se ha presentado, 20000 días en la tierra juega gozosamente con el formato documental para volverlo lírico, novelado, haciendo del Rockumental una zona si se quiere zalamera, admiradora, invariable vehículo promocional, pero en este caso para hacer una disección en vivo de este personaje y su proceso creativo («¿Quieren saber cómo se escribe una canción?»/»Les mostraré cómo decapitar al dragón»), un artista que pelea consigo mismo, profundamente consciente de sus límites y alcances.

Ficha técnica

Dirección: Iain Forsyth, Jane Pollard.
Guión: Iain Forsyth, Jane Pollard, Nick Cave.
Con: Nick Cave, Susie Cave, Darian Leader, Warren Ellis, The Bad Seeds, Ray Winstone, Blixa Bargeld, Kylie Minogue, Arthur y Earl Cave.
País: Reino Unido, 2014.
Duración: 97 mins.
Presentada por: Pulse Films, Film4, Corniche Pictures y BFI.