Existen muchos documentales o como se les conoce, «Making of’s», que abordan el proceso de creación de una película, yendo desde la concepción del proyecto hasta las dificultades que implicaron llegar a terminar la producción. La gran mayoría solo buscan cumplir con ese objetivo y son concebidos con fines promocionales que vienen incluidos como extras en los DVDs o Blu Rays de la película. Pero los más destacados son los que logran ser un análisis más profundo del proceso creativo no solo del director sino hasta de todo el equipo involucrado en esa tarea, como dos de los más memorables en la historia del cine: El peso de los sueños (Burden of dreams) de Les Blanc, que sigue las desventuras de Werner Herzog por realizar su casi imposible Fitzcarraldo; y Corazón de las tinieblas, el apocalipsis de un cineasta (Heart of darkness, the Apocalypse of a filmmaker) de Fax Bahr y George Hickenlooper, emulando a la obra homónima de Joseph Conrad, usando material que filmó Eleanor Coppola sobre el muy sufrido rodaje de Apocalipsis Ahora en Filipinas, y siendo tal vez el mejor documental de este tipo en lo que va de la historia del cine. Por ese camino también va la reciente My Life Directed by Nicolas Winding Refn de Liv Corfixen que retrata las dificultades creativas que enfrenta el director al realizar Only God forgives.
Pero ¿y si la película nunca llegó a existir? Hay cualquier cantidad de proyectos que nunca se terminaron y mucho menos se tiene un documento audiovisual que constate por qué no se hicieron, aparte de anécdotas escritas que lo constatan y algunos rastros que quedaron en el camino, como es el caso del proyecto de Napoleón de Stanley Kubrick (que levantó después de 2001, Odisea en el espacio, y abandonó por hacer Naranja Mecánica), o el también imposible El capital de Sergei Eisenstein basado en la obra de Carlos Marx, como lo cuenta el cineasta alemán Alexander Kluge en su libro 120 historias del cine, y así podemos citar varios casos de cineastas reconocidos. Entre esas películas imposibles, está el de Dune, de Alejandro Jodorowsky, del que se tenía idea de haberse hecho la peproducción y que nunca terminó. Años después, llegó el documental de Frank Pavitch que de inmediato entró en una categoría nueva, pues hizo el inmenso esfuerzo de recrear por sus propios medios lo que sucedió hace más de 30 años y que pudo haber sido una película probablemente ¿excepcional?, o al menos única en la Ciencia Ficción si se hubiera llegado a filmar. Y la película Dune de Alejandro Jodorowsky es el retrato fascinante de una película imposible.
Dunas es una obra literaria harto conocida de Frank Herbert, que prácticamente se ha convertido en la Biblia misma del género. Para el cine, ha sido todo un reto adaptarlo por su envergadura épica, aunque fue Dino de Laurentiis en los años 80 quien encomendó a David Lynch hacer una nueva adaptación y filmarla en México en los Estudios Churubusco. Fox Televisión produjo una serie basada también en la obra de Herbert con resultados atractivos y que abarcó la mayoría de la obra original, pero lo que el documental de Frank Pavitch nos cuenta sobre la versión de Jodorowsky es que pudo no solo haber sido la más grandiosa adaptación sino también una película revolucionaria, como al menos era lo que pretendía el propio Alejandro.
Jodorowsky ha tenido una relación muy áspera con la industria del cine mexicana, los críticos y el público mismo, a menos que fueran admiradores totales del shocking cósmico-mágico-musical de su literatura, teatro y cine pánico. Pero el documental de Pavitch no se detiene en explicar lo pánico, es lo menos importante, más bien continúa el formato muy logrado que sigue la cronología de cómo se fue pavimentando el camino que llevó a Jodorowsky a crear Dunas prácticamente desde una decisión azarosa, consecuentada por su productor y amigo desde entonces, Michel Seydoux.
Fuera de ser solo una colección de entrevistas evocadoras y aburridas, Pavitch logra contagiarnos con la pasión que movitó a Jodorowsky por no solo hacer una adaptación ilustrada de la obra de Francis Herbert, sino de hacer una versión libre y propia arropada con la visión misticista que el cineasta ya había mostrado con Fando y Lis, El topo y La montaña sagrada. Bien calientito por su éxito en Europa, Seydoux de plano le sugirió a Jodorowsky filmar «lo que el quisiera», y Alejandro de inmediato le dijo «¡Dunas!». Y Frank Pavitch no se salta las trancas por reinventar el formato del documental al presentar los antecedentes en teatro y cine de este artista de origen chileno, todo eso le sirve para cimentar lo que después es el anecdotario sabroso sobre cómo Alejandro empezó a trabajar el guión ensalzándolo con su visión y después reclutar a todos aquellos que le ayudaron a construir los elementos necesarios para darle forma al proyecto. Ahí tenemos al maravilloso dibujante Moebius que bosquejó los primeros diseños de los personajes, el ambiente y las naves, la búsqueda por un Maestro de los efectos especiales como Douglas Trumbull (2001, Odisea en el espacio; Encuentros cercanos del tercer tipo; Blade Runner entre lo más conocido) que Alejandro casi al azar cambió por el menos conocido Dan O’Bannon pero igual de entusiasta que Jodorowsky; la inclusión en el reparto de Mick Jagger, David Carradine, el propio hijo de Alejandro, Brontis Jodorowsky, con dedicado entrenamiento marcial-místico, así como Orson Welles y hasta Salvador Dalí que negoció el contrato más exhorbitante por un papel secundario («¡Voy a ser el actor mejor pagado en toda la historia de Hollywood!», exclamaba el rebautizado por Buñuel como «Avida Dollars»). Y el eje mismo del documental y obvio protagonista es Alejandro, quien nos narra emocionado todo el proceso que le llevó crear esta adaptación. El documental deshilvana las entrañas mismas de un proyecto que nunca se concretó más allá del genial libro-carpeta de producción que generaron para buscar financiamientos ofreciéndolo a los grandes estudios de Hollywood.
Complementando la narración de Jodorowsky, están las abundantes y carnositas entrevistas a Michel Seydoux, Dan O’Bannon y su esposa Diane, así como la del genial H. R. Giger, quienes cuentan cómo fueron no solo invitados sino seducidos por Alejandro para unirse a una producción como si fueran guerreros místicos aprestándose a ser parte de una épica que daría como resultado la gran producción que no fue. Todos estos testimonios están muy bien dosificados y parece que fuera de la edición aun prometían más anécdotas deliciosas para los fanáticos del proceso cinematográfico, pero un gran acierto de Pavitch fue recrear algunas secuencias basado en los storyboards hechos en la preproducción, como esa genial secuencia del pretendido arranque en plano secuencia desde el exterior de una galaxia hasta su centro mismo donde encuentra restos de naves flotando tras un ataque de piratas en busca de la preciada especia. Da vida a las ilustraciones de Moebius, se pasea por diversas secuencias del storyboard mientras Jodorowsky narra en off cómo se desarrolla cada escena. Por eso, en el deshilvanar los detalles del proceso creativo, Pavitch y su equipo se dieron a la tarea de construir lo inasible, haciendo de la recreación el elemento más oportuno para contar cómo iba a ser Dunas.
Y como en todo proceso creativo, así como en el caso de los mejores Making Of’s, no siempre existe el lado luminoso. No deja de haber este constante lado oscuro que va haciendo tropezar al cineasta en la difícil tarea de hacer una película (¿Alguien dijo que iba a ser fácil?), ya sea por factores externos y hasta los internos de lo que implica producir una película en distintos niveles. Así es como llega el último tercio de este documental al asentar los detalles por lo que los que Dunas en la versión de Jodorowsky nunca fue la película que pretendía hacer, que se quedó en la inexistencia. ¿Y qué pasó cuando supo que Laurentiis-Lynch hicieron otra película? Pues hasta la reacción de Alejandro es memorable no solo por el resultado de esa producción, sino por lo que implicó a nivel emocional al propio Alejandro.
Dunas de Alejandro Jodorowsky es un documental que se deja ver bien y se disfruta por completo, sobretodo por satisfacer la curiosidad acerca de lo que ha sucedido en la historia del cine. Ahí radica el aporte de esta película y que se suma con sus rasgos propios a la amplia lista de documentales sobre «Cómo se hizo…», mejor conocido como Making Of.
Ficha técnica
Dunas de Jodorowsky (Jodorowsky’s Dune, 2013)
Dirección: Frank Pavitch
Cinefotografía: David Cavallo
Música: Kurt Stenzel
Edición: Alex Ricciardi, Paul Doherty
Producción: Frank Pavitch, Stephen Scarlata
Con: Alejandro Jodorowsky, Brontis Jodorowsky, Michel Seydoux, H.R. Giger, Chris Foss, Richard Stanley, Devin Faraci, Drew McWeeny, Gary Kurtz, Nicolas Winding Refn, Diane O’Bannon, Christian Vander, Jean-Pierre Vignau.